Desnitrificación y Desmineralización

La desnitrificación y desmineralización del agua son procesos vitales para reducir las concentraciones elevadas de nitratos, especialmente originadas por el uso extensivo de abonos químicos en la agricultura y ganadería intensivas. Estos métodos, como el intercambio iónico, resultan fundamentales para contrarrestar esta problemática.

El ion nitrato NO3–, siendo una forma de nitrógeno, no representa toxicidad en sí mismo. Su presencia natural en aguas superficiales o subterráneas se relaciona estrechamente con el ciclo normal del nitrógeno. No obstante, en ciertas regiones, se ha desequilibrado este ciclo, resultando en un aumento de la concentración de nitratos, principalmente debido al excesivo uso de abonos nitrogenados, arrastrados posteriormente por las aguas de lluvia o riego. Actualmente, en la Comunidad Europea y en España (según RD 140/2003), se establece un límite máximo tolerado de 50 mg/l de nitratos en aguas potables.

Aunque los desechos industriales, especialmente de mataderos, destilerías, azucareras, industrias de levadura, almidón, textiles y fertilizantes, contribuyen significativamente a la presencia de nitratos en aguas, la contaminación generada por la agricultura y ganadería intensiva, al emplear cantidades masivas de abonos nitrogenados, es aún más significativa debido a su rápida dilución y fácil ingreso a aguas subterráneas, ríos y acuíferos.

El impacto en la salud resulta crucial en este contexto. La ingesta elevada de nitratos puede tornarse tóxica al convertirse en nitritos, conocidos por bloquear el transporte de oxígeno, induciendo un efecto similar a la falta de oxígeno respirado. Además, los nitratos reaccionan con aminoácidos en el estómago, generando sustancias con efectos demostrados como cancerígenos.

En términos de tratamiento, la desnitrificación y desmineralización del agua se llevan a cabo mediante técnicas como el intercambio iónico, destacando el uso de resinas aniónicas selectivas, que tienen mayor afinidad por nitratos, seguidas de sulfatos, cloruros y bicarbonatos. La elección del equipo adecuado es fundamental y depende de un análisis exhaustivo del agua, considerando la concentración y tipo de otras sales presentes. La regeneración se realiza mediante la aspiración de salmuera, donde el ion cloruro regenera la resina, intercambiándose con el ion nitrato, que se descarta por el desagüe. En casos de altos niveles de nitratos y un consumo significativo de agua, la ósmosis inversa se destaca como una opción recomendada para su eliminación.

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